Obesidad infantil. ¿Una epidemia?
La prevalencia de niños con obesidad ha aumentado tanto que se habla de epidemia.
La prevalencia de niños con obesidad ha aumentado tanto que se habla de epidemia.
¿La obesidad, es una enfermedad?
Sí, es un proceso metabólico que deja como resultado la acumulación excesiva de tejido graso desordenadamente distribuido. Asimismo, afecta al niño provocando baja autoestima, distorsión de la imagen corporal e introversión como consecuencia del rechazo.
¿Cuáles son las causas?
Si bien se le atribuye la culpa a la causa genética, esta solo representa el 3 % de los casos.
La principal causa es el aumento del sedentarismo y el exceso de alimentos ingeridos frente a la energía gastada. Es decir, el niño come más de lo que gasta con la actividad física: son niños que se entretienen con la tele o la computadora, además de tener una alimentación inadecuada.
¿Qué alimentos la provoca?
Las galletitas con relleno, los snacks y las bebidas cola o juguitos. Están tan a su alcance que nos hemos acostumbrado a verlos muy frecuentemente.
¿Qué la ocasiona?
La falta del desayuno es, quizá, el principal iniciador de una secuencia de errores en los hábitos alimentarios: si el niño no desayuna, picotea o come golosinas. Esto disminuye el apetito a la hora del almuerzo -ingerirá menos nutrientes de los que necesita- y, como medida compensatoria, el cuerpo se lo pedirá más tarde. Este niño comerá otra vez alimentos inadecuados y fuera de hora, provocando un círculo vicioso de errores.
¿Cómo prevenir el sobrepeso y la obesidad?
Enséñales desde que son chiquitos que hay horarios para comer, a no saltear comidas ni picotear.
Los niños «aprenden lo que ven»; crear buenos hábitos familiares nos involucra a todos.
Iniciar con un adecuado desayuno, lácteos, panificados y mermelada o fruta.
Incluir carnes, verdura y fruta en el almuerzo y la cena produce saciedad. En otras palabras, ayuda a no tener hambre entre comidas.
¿Cómo cuidar la salud de los niños en la escuela?
Disminuir alimentos grasos (snacks, manteca) y azucarados (bebidas cola y golosinas).
Preferir una merienda seleccionada desde la casa: yogur, postre lácteo, fruta o sándwich y llevar agua en lugar de bebidas cola.
¿Y el ejercicio?
El deporte es diversión, sociabiliza e integra al niño. Le permite enfrentar desafíos nuevos, fortalecer su autoestima, al mismo tiempo que gastar mucha energía.
Como les digo a cada uno de mis pequeños pacientes y sus familias...
El primer paso para tratar la obesidad es ... ¡ESTAR SEGUROS DE QUE SE PUEDE LOGRAR!
Lic. en Nutrición. Claudia Carreño
Servicio de Pediatría
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