La cirugía de Mohs es un procedimiento quirúrgico avanzado muy utilizado para tratar los cánceres de piel que se desarrollan en el rostro, ya que preserva la máxima cantidad de piel sana. Frente, nariz, labios y orejas son las ubicaciones más frecuentes para utilizar esta técnica.

Concretamente, la cirugía de Mohs consiste en extirpar la lesión cancerosa utilizando el menor margen posible, preservando al máximo la piel sana circundante. Además, asegura un análisis intra-operatorio inmediato de la muestra por parte del médico patólogo.

El proceso para los pacientes comienza con la evaluación inicial de la lesión por parte del dermatólogo, quien determina el diagnóstico de cáncer de piel y lo deriva para el tratamiento quirúrgico del mismo. Allí el cirujano plástico es el que evaluará las posibilidades de una cirugía de Mohs o, en su defecto, una cirugía convencional.

"Es crucial que cada paciente reciba un asesoramiento completo sobre las diferentes alternativas de tratamiento disponibles", afirmó el Dr. Oscar Jacobo, Jefe del Servicio de Cirugía Plástica de la Asociación Española y Profesor Grado 5 de la Cátedra de la Universidad de la República.

 

VENTAJAS DE LA CIRUGIA DE MOHS

La principal ventaja de la cirugía de Mohs es la capacidad de evaluar el 100% de los márgenes quirúrgicos de manera instantánea, lo cual que lograr la mayor tasa de curación del tumor, con la menor pérdida posible de tejido sano.

Además de la alta precisión en la eliminación del cáncer, la cirugía de Mohs ofrece ventajas significativas en términos de resultados estéticos y funcionales postoperatorios. "La reconstrucción del defecto cutáneo creado tras la extirpación del tumor es parte integral del proceso, y nuestro equipo multidisciplinario de cirujanos plásticos está capacitado para garantizar resultados estéticos óptimos", enfatizó el experto.

El equipo de Cirugía Plástica de la Asociación Española está compuesto por cirujanos plásticos entrenados en el exterior en la técnica de cirugía de Mohs, quienes llevan años practicándola con excelentes resultados en la Asociación Española.

La duración de la cirugía dependerá de cuántas veces sea necesario realizar la resección. La primera etapa generalmente toma alrededor de 45 minutos. Luego, el tiempo restante dependerá de las indicaciones del médico anátomo patólogo, quien en tiempo real analizará la extracción y decidirá si es necesario continuar con más resecciones o si se puede proceder con la reconstrucción.

Tanto el equipo de Cirugía Plástica como el equipo de anátomo patólogos trabaja en conjunto durante todo el proceso de la cirugía.

En lo que respecta a la recuperación, esta varía según la extensión y la ubicación de la lesión. "Los pacientes suelen experimentar una recuperación rápida y con mínimas molestias, especialmente cuando se realiza la cirugía con anestesia local", agregó el especialista.

 

Act.: 5/7/24

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